miércoles, 23 de noviembre de 2016

Los caminos difíciles llevan a hermosos destinos


Hace unas semanas se me pidió elegir una frase que de algún modo me identificara.
Opté por esta “los caminos difíciles llevan a hermosos destinos”

¿Por qué esta frase? Si siempre he estado apoyada de mucha gente.

Nunca me ha faltado nada. Tengo una familia. Un hogar que me cobija. No me ha faltado alimento, ropa, educación. Gracias a Dios no he sufrido pérdidas más que las que la ley de la vida impone. ni enfermedad que me impidiera ver cada día el sol.

Aun así elegí esta frase.

Ahora, escribiendo estas letras, reflexionando en ellas, en la frase hecha, me doy cuenta de que el camino sólo puede andarse con los pasos que dicte tu corazón, tu fuerza de vida.

Puede que a pesar de no haber sufrido ninguna de estas faltas, mi camino, el camino de la discapacidad, no haya sido del todo fácil.
Tal vez no hubo carencias, pero si barreras. Puede que no hubiera grandes pérdidas pero si derrotas.

Ahora, llegando mi hermoso destino, el de saberse mujer, madura, el de la normalización, me doy cuenta que las derrotas no son más que aprendizajes, que las barreras sólo están para salvarlas.

Que no es más importante el destino que el camino.


Sólo el camino dibuja el destino