Cuantas
veces en la vida nos pasan cosas negativas. Un despido,
una enfermedad, un
desamor…. Cuantos nos hundimos en la pena,
el dolor, el desanimo que nos causa…
el mundo se nos cae encima, todo se acaba.
Una vez
pasada esa fase, ese duelo por el fracaso o perdida, toca recoger los pedazos
que ha dejado ese trance y hacer con ellos una recomposición, un nuevo puzzle de
nosotros mismos, sacándolo jugo a la experiencia vivida, a aquello que nos ha
dejado.
Todos
debemos aprender de lo pasado, sea bueno o malo.
Los hechos,
las experiencias vividas son las que nos forman, las que nos guían.