Dicen que la
paciencia es la capacidad de esperar, de
contenerse.
De soportar molestias sin revelarse.
Ahora,
echando la vista atrás veo que esta forma calmada
y serena de saber afrontar las cosas
ha sido un molde perfecto de mi persona, mis capacidades, sentimientos y
sueños. Cocidos a fuego lento con
este condimento primordial han dado como
resultado la mujer que soy ahora, capaz de plantear futuros venideros.
Animo a
todos aquellos que ven en la paciencia un camino desierto lleno de dudas e
incertidumbres a atravesarlo sin miedo,
no perdiendo nunca el horizonte lleno de sueños que nos espera.