jueves, 9 de octubre de 2014

Entrada tercera


Muchas veces todo aquel que me conoce me felicita por como día a día trato de superarme y adaptarme a este mundo que gira de una manera frenética e imparable me sorprende. En ese momento  intento de encontrar cual es mi diferencia para con los demás… todos tenemos mermas, grandes o pequeñas, ínfimas o, como en mi caso, notables.

Todos en nuestro interior tenemos una fuerza que nos mueve de una manera constante hacia nuestras metas, objetivos y sueños.

Todos ansiamos mejorar.

El espíritu de lucha y la superación deben ser normas diarias de aquel que abre sus ventanas de par en par a la vida.


No hablo de querer tener y ser más, mejor, que otros sino de ser diferente de lo que uno mismo fue ayer, de corregir errores, cambiar acciones e ideas para así lograr todo aquello que se ansíe encontrar  

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